¿Es oportuno publicar un nuevo libro sobre Jesús de Nazaret? ¿Es posible decir algo nuevo que no se haya dicho en estos últimos dos mil años? ¿No hay una exageración de libros que hablan sobre Jesús? ¿Qué puede aportar otro más a esta desmesura editorial y mediática? ¿Quién se atreve a publicar un libro sobre Jesús en un contexto en el que será examinado con lupa? Estas preguntas, y sus respuestas negativas o escépticas, serían suficientes para abortar este libro; sin embargo, muy al contrario, son precisamente las que mejor legitiman el objetivo de este libro: ante tantas publicaciones y opiniones, ante tanta polémica y crítica, es posible y oportuno pre- sentar Qué se sabe de... Jesús de Nazaret.
Así pues, el objetivo de este libro no es, propiamente, presentar a Jesús de Nazaret; o no lo es de modo inmediato. El propósito es mostrar cuáles son los temas más importantes de los estudios sobre Jesús, qué se sabe sobre él, cómo se ha presentado y cómo hemos llegado a donde estamos, qué perspectivas predominan, cuáles son los temas candentes o polémicos... No pretendemos, por tanto, “echar más leña al fuego” o añadir controversia, ni presentar las opiniones de los autores de este libro al debate sobre cada tema y aspecto, sino hacer una presentación sintética y equilibrada de “lo que se sabe” sobre Jesús de Nazaret.
Aclarado el por qué, debemos justificar el cómo; es decir, de qué modo este libro va a presentar lo que se sabe de Jesús de Nazaret. El primer punto que hemos de aclarar es cuáles son los límites de aquello que consideramos “lo que se sabe” de Jesús. Los modos de conocimiento son muchos, dependiendo del objeto de estudio y de la perspectiva del estudioso; esta es una de las razones que ha favorecido la proliferación de libros sobre Jesús. Algunos estudios, basados en el hecho de que Jesús fue, ante todo, una persona sometida a las leyes de la historia, son exclusivamente históricos, arqueológicos o socioculturales, y presentan lo que estas ciencias pueden decir sobre Jesús. Otros estudios, basados en la naturaleza teológica de las fuentes, es decir, en el hecho de que las fuentes que hablan de Jesús reflejan en su gran mayoría el proceso de reflexión de los primeros cristianos sobre la identidad de Jesús, son, además, literarios, exegéticos y teológicos, mostrando lo que estas ciencias han aportado al conocimiento de Jesús. Por su parte, otras presentaciones de Jesús prescinden de la historia y de sus condicionantes y hacen una presentación exclusivamente teológica y creyente, mostrando lo que de Jesús ha ido confesando la fe a lo largo de veinte siglos.