El ayuno es costumbre más judía que cristiana. Los grandes profetas judíos entendieron y explicaron maravillosamente el sentido verdadero del ayuno (Is. 58; Am. 5,21-25; 05-6,6; Mi. 6,8...). Y Jesús, nuestro Maestro, nos enseñó con su doctrina y su praxis que lo que entra por la boca no mancha al hombre; que no se debe ayunar en un banquete de bodas, cuando el novio está presente; que se debe ayunar en cambio de todo egoísmo, de toda injusticia, de toda avaricia, de toda maldad (Mc. 2,18-22; 7,15-23)…
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Esta ficha documental es una aportación del área de Registro de la Biblioteca Digital.
Tenayuca 350,
Col. Sta. Cruz Atoyac
Del. Benito Juárez,
C. P. 03310
México, D. F.
