Hablar de la autoridad de la Biblia es pisar en un terreno accidentado. Está cubierto de piedras de tropiezo, desniveles, huecos. Puede provocar caídas. El tema es polémico. No es que la autoridad de la Biblia sea cuestionada. En la cristiandad, o sea en el conjunto de las Iglesias y de las personas cristianas en el mundo, la Biblia ejerce la indiscutible función de Sagrada Escritura. En esto hay una nimiedad. El disenso aparece tan pronto se piden explicaciones sobre el significado y las aplicaciones de esa autoridad. Las formas de entender la varían. No es raro que aparezca el conflicto y se produzcan divisiones. El tema exige la discusión y la búsqueda de consenso.
La tarea es impostergable, la Biblia está sien do usada. No puede haber moratoria bíblica en la cristiandad. Cabe a la Iglesia de Jesucristo la responsabilidad por el uso consecuente de ese libro y a la resistencia contra el abuso. La Biblia es un don a ser administrado con el debido celo. Por lo tan to importa conocer la Biblia y auscultar sus propósitos. ¿En qué consiste su naturaleza sagrada? ¿Es o no palabra de Dios? ¿Cómo leer la Biblia correctamente? La cristiandad debe dar respuesta y justificar su discurso.
Esta ficha documental es una aportación del área de Registro de la Biblioteca Digital.