Este texto nos invita a reflexionar sobre la vida de los Martires en la Iglesia que tuvieron la gracia de confesar a Jesús hasta
el final, existen también tantos mártires escondidos, esos hombres y esas mujeres fieles a la fuerza humilde del amor, a la voz del Espíritu Santo, que en la vida de cada día buscan ayudar a los hermanos y de amar a Dios sin reservas.