Enrique Sanz rastrea el sentido de la relación entre bendición y genealogías en el primer libro de la Biblia y concluye afirmando que «pensar a Dios como el que se da a conocer y entra en relación con el ser humano en momentos particulares, que forman parte de un todo temporal, de una unidad en el tiempo eterno de la vida y de sus acontecimientos, puede facilitar a las personas un encuentro tranquilo, pausado y quizá más gratuito con ese Dios del tiempo».
Autor
Enrique SANZ GIMÉNEZ-RICO, SJ.
Editorial
Sal Terrae
Fecha de publicación original
2005
Número de edición
n. 1.091
Tipo del contenido
Revista digital
Formato del contenido:
PDF