El cristianismo primitivo comenzó como un movimiento intrajudío de renovación, promovido por Jesús. Un dato geográfico y cronológico puede servir de criterio burdo de discernimiento: el Cristianismo helenístico primitivo se difundió prevalentemente fuera de Palestina, mientras que el movimiento de Jesús fue un fenómeno palestino con irradiación en las regiones vecinas de Siria.
Autor
Gerd Theisse
Editorial
SAL TERRAE
Fecha de publicación original
1979
Número de edición
No la menciona
Tipo del contenido
Libro electrónico
Formato del contenido:
PDF