El desarrollo de las ciencias obliga a entrar en diálogo y a descubrir nuevos aportes en la lectura y comprensión de la Biblia. El desarrollo y el alcance de la tecnología en los medios de comunicación visualizan también los lados flacos y las hojas negras en las Iglesias y en las religiones en general. Se está ante los retos de dejar de repetir respuestas (religiosas) a preguntas que no son de nuestra época y a redescubrir la dimensión jesuánica en la espiritualidad.

El mundo globalizado e impactado por la lógica del mercado y por los límites del planeta, provoca una crisis donde está surgiendo un nuevo interés por “lo espiritual”, como parte constitutivo de la vida humana. Las Iglesias están ante los desafíos de aportar elementos sustanciales para una espiritualidad cristiana.

En un esquemita de dos páginas el autor invita a comunidades eclesiales de base a reflexionar sobre su propia vivencia espiritual ante los cuestionamientos de la ciencia y ante la agresividad de los medios de comunicación que sacan también los trapos sucios de las religiones y de las Iglesias. Luego invita a redescubrir la importancia fundamental de la espiritualidad en la vida humana y aporta unos elementos para construir y vivir una espiritualidad cristiana, es decir basada en Jesús. El texto puede ser una ayuda interesante para la reflexión y formación en las comunidades.

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