Con motivo de la celebración del 50 aniversario de la Segunda Conferencia Episcopal Latinoamericana, dialogar y reflexionar sobre la verdadera identidad de la Iglesia en América Latina, es decir, su opción por los pobres. Para hacer memoria de que Cristo nuestro Salvador, no sólo amó a los pobres, sino que "siendo rico se hizo pobre", vivió en la pobreza, centró su misión en el anuncio a los pobres de su liberación y fundó su Iglesia como signo de esa pobreza entre los hombres. Dando un público testimonio con gestos y actitudes que la hagan un signo más lúcido y auténtico de su Señor.