QUINTO. Analizar el intento de conciliación de ambos modelos cristológicos, en particular a la luz del fallido intento de fundir el personaje real del Jesús mesiánico con el Cristo celeste, que se ofrece en el Evangelio de Marcos (y los paralelos sinópticos y la fuente joánica) mediante el llamado “secreto mesiánico”.
SEXTO. Presentar los puntos fundamentales de oposición y polémica entre Pablo y su escuela cristológica sobrenaturalista y los Evangelios Sinópticos, así como la cristología joánica con su paradójico contraste entre su riqueza informativa acerca del Jesús de la historia y su teología de Cristo como Logos o Palabra de Dios.
SÉPTIMO. Explicar el carácter y sentido de la polémica ideológica entre Pablo y los Apóstoles en Jerusalén y Antioquía, o demás sinagogas de la “dispersión”.
OCTAVO. Exponer los datos y referencias que permiten identificar la figura del Jesús histórico en los textos conservados, y en particular la naturaleza, fundamentos y alcance de su idea de la “mesianidad” en el contexto del fariseísmo y del zelotismo, suprimiendo los “a priori” dogmáticos y el veto contra toda indagación de la cuestión política.
NOVENO. Investigar y determinar la actitud y conducta de Jesús respecto de la soberanía romana y el estatuto colonial de Israel, en particular de Judea, así como también el silencio de los documentos cristianos acerca tanto de romanos como de zelotas.
DÉCIMO. Analizar las relaciones de Juan el Bautista con Jesús como cuestión básica para identificar el carácter revolucionario de la acción de ambos y su similitud.
UNDÉCIMO. Trazar el perfil del ministerio y magisterio de Jesús, de su personalidad y su destino final, en el marco de la historia de Israel.
DUODÉCIMO. Explicar y refutar el planteamiento y conclusiones de la crítica negadora de la existencia real de Jesús realizada por la “escuela miticista o mitológica”, y sus causas. Ninguna ideología de poder tiene líderes inventados.
DECIMOTERCERO. La Iglesia con su dogmática condujo a muchos ateos a negar la realidad histórica, y a muchos creyentes a abandonar las filas cristianas, ante el radicalismo espiritualista y el sobrenaturalismo irracional practicados por la cultura cristiana, perpetuando la falacia animista y el dualismo metafísico frente a los conocimientos y resultados de la Ciencia.
DECIMOCUARTO. Satisfechos los requerimientos para dar todos estos pasos, emergerá de las adulteraciones, omisiones y adiciones que gravitan en los documentos una figura nueva pero genuina de la personalidad de Jesús, y se resolverán numerosas aporías y contradicciones nacidas de las falsificaciones deliberadas o fortuitas al fin detectables en las doctrinas y textos pertinentes. Este Mesías nada tiene que ver con el Cristo paulino y eclesiástico. Las “contradicciones”, etc., son de orden “ideológico”.
DECIMOQUINTO. Demostrar documentalmente la realidad histórica de Jesús equivale, por implicación, a demostrar el error de la negación de esa realidad por los mitólogos, a causa de su monumental equivocación entre el Jesús de los Evangelios y el Cristo de las Epístolas.