Quiero reiterar acá, como se hace a lo largo de este número una presentación que hice para el número 25 de Magistralis, creo que el recuento que hago y la intención pueden seguir siendo vigentes para este último número.
Han transcurrido, decía, 19 años desde que el doctor Armando Rugarcía —rector de la Ibero Puebla en esos tiempos— escribía en la presentación algo que, incluso, ha venido reiterando en todos estos años, difusión que no toca o transforma al lector va perdiendo sentido, dicho de otra forma, la difusión debe buscar ampliar el horizonte cognoscitivo de su receptor o aguijonear su dinámica vital.
Esta directriz ha sido la brújula que ha marcado el rumbo de Magistralis y para ello hemos presentado: reflexiones, análisis, entrevistas, vivencias, reseñas, ensayos, poemas y cuentos. Este amplio bagaje, nos parece, conforma un panorama amplio y pluralmente humano, características que son rostro y espejo de la Ibero, de una difusión que pretende colaborar, desde las letras, desde la edición, en la búsqueda de un horizonte más justo, más crítico, más solidario, finalmente, más humano.
Por nuestra revista han caminado las ideas de académicos de la propia universidad así como plumas externas tan diversas como valiosas, desde el Padre General de la Compañía de Jesús, Peter Hans Kolvenbach, hasta Elena Poniatowska y entre estos dos decires mencionamos al filósofo de la educación Octavi Fullat, al obispo de Puebla Rosendo Huesca Pacheco, al estudioso del lenguaje y escritor Raúl Dorra, a la crítica literaria Raquel Gutiérrez Estupiñán, al historiador Miguel Ángel Cuenya, a la especialista en arte Montserrat Galí Boadella, a los jesuitas Jon Sobrino, Mardonio Morales, José Morales Orozco, los hermanos Gabriel yGerardo Anaya Duarte, Juan Lafarga Corona, Carlos Escandón Domínguez, Carlos García Peña, Gerardo Arango Puerta, Jesús Vergara Aceves, Xavier Cacho, Xavier Gorostiaga, entre otros; de igual forma colaboraron dos personajes valiosísimos en su ámbito y generosos como personas, pero que ya no están con nosotros: el escritor Alejandro Meneses y la socióloga Mónica Gendreau. Vasto es el espectro de colaboradores que Magistralis ha tenido, distintas las disciplinas pero en cada número, en el equilibrio de cada una de las secciones hemos intentado siempre que la propuesta, nacida de la criba intelectual, sea acorde con nuestro proyecto, el que mencionaba, el de participar desde este ámbito en la creación de una habitación en la que quepamos todos, un espacio regional, nacional y mundial más certera y ciertamente humano.
Jorge Abascal Andrade