Comenzamos con el programa de enseñanza "lo que creemos los cristianos" el inicio de los años '90. Las lecciones fueron escritas semana tras semana, un poco antes de su uso en las clases. Las preguntas y los comentarios de los alumnos (y del maestro, CPT Víctor M. Sandoval, quien entró en la tarea "con ganas" y cumplió magníficamente) jugaron un papel significante en la redacción de estas lecciones. La idea de que la mayoría de los adultos de una congregación estudiaran teología cayó bien a los alumnos, con el resultado de que hubo una buena participación de los que estaban en estas clases y que, por medio de ellos, se aumentó el interés en la sana doctrina en toda la iglesia. El interés y entusiasmo de los alumnos se mantenían a un alto nivel, a pesar de ser una serie de lecciones que duró, casi tres años.
Esta segunda edición es básicamente la misma que la primera. La estructura de las lecciones sigue igual y no hubo mucho cambio en las palabras, las frases y las oraciones. Sin embargo, esta es una segunda edición. El texto ha sido cuidadosamente revisado y corregido; y en unos lugares, buscamos una expresión más clara, aunque en ningún caso cambiamos la doctrina.
Hay una imperiosa necesidad, en nuestros tiempos, de que los miembros (y oficiales) de las iglesias conozcan su doctrina, para su propio desarrollo como cristianos, para su seguridad en la fe y para la satisfacción intelectual de que sabemos lo que creemos. También un buen conocimiento de la fe es indispensable para comunicarla, y una de las maneras para impactar nuestra sociedad es por medio de la comunicación de esta fe. Si vamos a efectuar cambios en la sociedad, en el gobierno y en la cultura es menester que sepamos explicarla. El conocimiento de nuestra fe tiene un valor incalculable para una sana apología. Pedro dice que tenemos que estar "aparejados", preparados, para presentar defensa a todos los que nos pidan razón de nuestra esperanza (1a Pedro 3:15). La manera de aparejarnos es por medio de un buen conocimiento de la fe que tenemos que comunicar. Tenemos que hacerlo con prontitud y corrección. Es tarea de todos los miembros de la iglesia. Esperamos que esta segunda edición les ayude en su tarea. Lanzamos al público esta segunda edición orando para que así sea.