La Diakonia en el relanzamiento de las Comunidades Eclesiales de Base Latinoamericanas
A diferencia de lo que muchos analistas piensan y no pocos hermanos de la Iglesia católica desean, las comunidades eclesiales de base (CEBs) en América Latina y El Caribe están vivas. Es verdad que no tienen el brillo mediático de los años 70 y 80 del siglo XX, pero están pasando por un profundo proceso de revisión que se viene expresando desde 2008 en dos palabras clave: “relanzamiento” y “articulación”.
Este artículo se ha escrito como un testimonio reflexivo de sus autores, en tanto miembros- asesores del “Servicio de Articulación Continental de las CEBs” de América Latina, El Caribe y Norteamérica . Siguiendo el conocido esquema de “Ver, juzgar y actuar”, en este escrito se comparte y explica la experiencia tenida a través de este nuevo esfuerzo de acompañar a “la Iglesia que nace en y de la base” , dando testimonio de la fuerza capilar del Espíritu que se cuela a través de incontables e ignotas pequeñas comunidades cristianas, imposibles de registrar dentro del sistema de inventario con que actualmente disponemos, como tampoco es posible justipreciarlas dentro de los cánones matemáticos de la sociología funcionalista de la religión, que se contenta con contabilizar el número de templos, la asistencia a misa o la cantidad de bautismos registrados y comuniones distribuidas.
En los últimos meses la Teología de la Liberación ha saltado a la opinión pública: la prensa, la radio, la televisión hablan de ella. Los nombres de algunos de sus teólogos (Boff, Gutiérrez, Sobrino...) se han hecho famosos. Desde Roma se han publicado documentos sobre la teología de la liberación y a Roma han sido llamados algunos de sus teólogos. Esto ha provocado una gran polémica, que ha trascendido los límites de los sectores eclesiásticos, los últimos ordinariamente interesados en estos temas. Ahora las agencias noticiosas especializadas en temas políticos son las primeras en lanzar comunicados sobre la Teología de la Liberación. Se pueden ver en algunos periódicos titulares sensacionalistas como: "Roma condena la Teología de la Liberación". También aparecen numerosos artículos en su defensa. No deja de ser sintomático que los constantes enemigos de la Teología de la Liberación y los que manipulan las noticias en contra de ella, pertenezcan a los países opulentos del mundo y a los sectores más ricos de la sociedad, mientras que sus defensores sean ordinariamente personas comprometidas con los sectores populares. Más aún, como veremos luego, documentos de política de USA consideran a la Teología de la Liberación como peligrosa para sus intereses.
¿Qué es esta teología que provoca tanta polémica? ¿Cómo es que apasiona tanto a unos sectores para criticarla y a otros para defenderla? ¿Qué es lo que aquí está en juego? ¿Por qué otras teologías no interesan más que a unos pocos y esta teología se ha hecho tan popular? ¿En qué consiste esta teología? ¿De qué trata? ¿Dónde y cómo ha nacido? . Y antes de esto ¿qué es teología?
A todas estas cuestiones intentaremos responder en estas páginas, de forma clara y sencilla.
Hay cristianos sin Iglesia, hay creencia sin pertenencia eclesial. Otros sectores eclesiales que no llegan a darse de baja de la Iglesia, viven un sentimiento de impotencia, rabia, dolor, miedo, silencio y tristeza eclesial. Las mujeres, en especial, se hallan en una situación límite en la Iglesia, con el riesgo de que la Iglesia, que en siglos pasados perdió a los intelectuales y a los obreros, ahora pierda a las mujeres. Algunos afirman que “otra Iglesia es posible” y hay quienes postulan un concilio Vaticano III. Otros creen que esta situación ya no es sostenible por más tiempo, es explosiva y algún día reventará…
Es verdad que esta crisis eclesial no es uniforme: se constata sobre todo en el primer mundo, más fuertemente en Europa y de un modo especial en España3. Pero aun en el tercer mundo y más concretamente en América Latina, desde donde se escriben estas páginas, hay síntomas claros de que esta situación está también llegando tanto a sectores de cristianos conscientes como al mundo de los jóvenes. No podemos desconocer tampoco que muchos grupos populares de América Latina abandonan de hecho la Iglesia Católica para ir a las sectas, mientras que otros grupos se han alejado de la práctica de la Iglesia y viven un divorcio entre su fe y su vida. La Iglesia se ha convertido en un problema, un escándalo, un impedimento para la fe, un signo de contradicción.
En estas notas simplemente trato de revertir a ustedes con laguna organización y quizá algunos pequeños aportes algo provisionales, lo que ya he escuchado del propio proceso de una diócesis tan decididamente vuelto a irse viviendo y organizando como Iglesia de los pobres.
Trato de distinguir lo que es una línea clara y adquirida, de lo que son importantes cuestiones a ir reflexionando en la práctica.
Me parece muy importante anteponer esta introducción con algunas reflexiones acerca de cómo surge un nuevo modelo de Iglesia, cuáles son sus elementos constitutivos centrales y cómo puede ser el proceso de realización de ese nuevo modelo. Se trata de reflexiones genéricas que todavía no se refieren directamente al modelo de la Iglesia de los pobres, sino a cualquier cambio de modelo.
Hablando de la oración, Teresa de Jesús comenta varias veces la tentación de «abandonar la humanidad de Cristo», por la sospecha de que ir directamente a Dios sería más perfecto. Y responde con una espléndida reivindicación de lo humano de Jesús: «por esta puerta hemos de entrar si qeremos nos muestre la soberana Majestad grandes secretos». De tal modo que si alguien cree que «esto de apartarse de lo corpóreo, bueno debe ser», sepa este tal que «no ha de entrar en esta cuenta la sacratísima humanidad de Cristo». Advierte que eso es como «andar el alma en el aire... que no trai arrimo». Y señala el peligro de una oculta falta de humildad, arguyendo que «los asnillos, para traer la noria del agua... aun cerrados los ojos y no entendiendo lo que hacen, sacarán más agua que el hortelano con toda su diligencia».
En la vida y la historia de Jesús aparecen unas cuantas parejas (de actitudes, de palabras, de reacciones provocadas...) que la investigación histórica da hoy como científicamente garantizadas, más allá de la historicidad concreta de los pasajes que las encarnan. Las reduciré a siete, sin ningún afán de exhaustividad.
Lo fundamental de esta primera parte, de corte más bien filosófico, es que el nihilismo occidental que vamos a examinar, y que caracterizaré como un nihilismo light o descafeinado, es un fenómeno derivado del cristianismo como proceso histórico y de una historia a la que se concede entidad, autonomía y sentido.
Creo que no es concebible ese nihilismo nuestro en las religiones de Oriente (pese a que Nietzsche considerase al budismo como nihilista): el hecho de que esas religiones nieguen toda entidad a la historia parecería una fuente de nihilismo, pero no actúa así porque esas religiones son vividas al margen de la historia. El islam parece una religión más vuelta a la historia: pero la falta de autonomía de ésta y su concepción teocrática impiden todo nihilismo. En cambio, es en la tradición judeocristiana –con una religiosidad vuelta a la historia, con una historia dotada de entidad, llamada a crecer y progresar y sumergida en el marco de una Promesa– donde puede nacer el nihilismo que vamos a considerar.
En efecto: el cristianismo, por así decir, “abre los ojos” o el deseo del mundo occidental (progreso, valores de libertad y fraternidad...) desacraliza al mundo dando entidad a la realidad y a la historia, y pone a ésta en manos del hombre, formulando –ya desde el siglo II– que los humanos hemos sido creados «para crecer y progresar» (S. Ireneo). Por eso hay quienes, desde fuera de él, han calificado acertadamente al cristianismo como «la religión del fin de la religión».
Ahora bien: la promesa cristiana no parece cumplirse o no es bien digerida. Y provoca una sensación parecida al suplicio de Tántalo: siempre casi tocando la gota de agua que calmaría su sed ardiente, pero sin conseguirla nunca.
Eso es lo que intentaré mostrar con una rápida selección de textos: que nuestro nihilismo es postcristiano y postmoderno. Veamos ese proceso a través de algunos textos.
Al hacer este diagnóstico, no damos carácter de síntoma a la pésima imagen que suelen dar de la Iglesia los medios de comunicación, los cuales, por lo general, sólo hablan de ella para comentar algún escándalo (preferentemente de índole sexual o, si no, de carácter económico, o de reales o upuestas peleas internas). Esta pobre imagen es sólo espuma, con menos entidad del espacio que ocupa. Y ello es así unas veces por aquella regla clásica del periodismo de que sólo es noticia lo estrambótico; y otras por el dato más serio de que –por mucho que lo nieguen– los medios están en realidad al servicio del dinero y no de la verdad. Pero este detalle es ahora poco significante. Más sintomático es, en cambio, el modo de reaccionar la Iglesia ante las críticas que recibe: una reacción siempre defensiva, que la lleva a considerarse injustamente atacada o perseguida, sin parar ni un minuto a preguntarse si habrá hecho algo mal o habrá dado algún pie a esas críticas enconadas.
Incluso, los medios, emisoras o redes de comunicación en propiedad de la Iglesia parecen hablar única y exclusivamente “pro domo sua” (si se nos permite la clásica expresión ciceroniana), más que para informar objetivamente. Esta incapacidad de recibir serenamente la crítica y examinarse ante su señor, nos parece la mayor señal de la crisis. Y lleva a que, cuando la crisis se reconoce, sea sólo para echar toda la culpa de ella a la maldad del mundo exterior, y añorar en silencio una antigua situación de poder eclesial y de cristiandad.
En los años ’70, después del Concilio Vaticano II y de Medellín, en el Sínodo de los Obispos de 1974, la misión de la Iglesia se expresó como “La Evangelización”. La exhortación post-sinodal del Papa Paulo VI “La Evangelización en el mundo contemporáneo” (Evangelii nuntiandi) ha sido la carta magna de la Evangelización. Tuvo la grande intuición de poner ante la Iglesia la misión que le confió Jesús, su Señor. La dicha y misión de la Iglesia es la Evangelización (Cf. EN 14)
Aunque el Concilio había hecho alusión a Jesús como el que anunció e hizo presente el Reino de Dios y a la Iglesia como su germen (LG 5), no caló hondo esta temática. Fue hasta la III Conferencia Episcopal Latinoamericana en Puebla, que se desarrolló con un poco de más amplitud esta temática (DP 190-193; 226-231). Posteriormente el Papa Juan Pablo II, en la Encíclica “La Misión del Redentor” retoma este tema pero lo relaciona más ampliamente con la misión (RM 12-20). Desde entonces en la Iglesia se ha considerado la Misión teniendo como objetivo el anunciar y hacer presente el Reino de Dios.
Aparecida en el N° 361, habla de la misión de Jesús y encarga a la Iglesia de anunciar y hacer presente el Reino de Dios. La V Conferencia da mucha importancia a la Misión, pero poco habla de que el objetivo de ésta es el que acontezca el Reino de Dios.
Por todo lo anterior, el objetivo de la Misión no se considera ya como el extender la Iglesia, como si el centro de la misión fuera su instauración, sino el anunciar y hacer presente el Reino de Dios, con obras y palabras, según el mandato de Jesús a los 12: “Vayan y proclamen que está llegando el reino de los cielos”(Mt 10, 7: Lc 9,2;10,9.11).
La universidad de Murcia pone a disposición del público la consulta abierta de su “Repositorio de Investigación y Difusión del Mundo Griego y Romano Antiguo”, una excelente fuente de saber para todo estudioso e interesado en la geopolítica, la cultura, las formas de gobierno y los sucesos históricos de las dos culturas que dieron base a la cultura judeocristiana.
En Internet se llama “repositorios” a grandes almacenes organizados de información documental. Este repositorio de la Universidad de Murcia se caracteriza por su división en bibliotecas y en áreas de investigación, divulgación y didáctica. He aquí un instrumento educativo y de conocimiento cuya consulta es obligada para cualquier estudioso de la cultura judeocristiana.
La búsqueda de las explicaciones para la fe también está en Internet. En Facebook se abren grupos que tratan de penertrar en las partes especializadas de la lectura bíblica y teológica. "Teología Apologética Católica" es uno de ellos.
Como sus creadores lo explican: "La función apologética no responde mas que a una parte del proyecto total de la Teología Fundamental, tal como acabamos de describirla. Es esa parte que estudia el hecho de la revelación y el conjunto de signos que nos permiten afirmar con certeza su existencia, al mismo tiempo, tiene el compromiso de establecer el carácter razonable de la opción por la fe; pero antes de explicar el propósito y la naturaleza de la Apologética nos será útil caracterizarla por vía de negación.".
La Casa de los Amigos Cuáqueros, un sitio Web donde la Sociedad de los Amigos Cuáqueros invitan a conocer su organización. Cristianos provenientes de la Unión Británica, sus ancestros fueron los fundadores de los Estados Unidos. Se les conoce como gente de paz, honesta y confiable sumamente comprometida con las causas sociales y los derechos civiles. A ellos se debió, entre otras luchas, el sistema mediante el cual se rescataban esclavos del sur de Estados Unidos durante la Guerra Civil para otorgarles su libertad en el norte y en Canadá.
He aquí una útil Web para la formación en análisis de la realidad. Formada por el Instituto Iepala, Gloobal es una de las primeras herramientas de estudios sociales desde la perspectiva del sur creada en Internet. Ofrece importantes e innumerables recursos. Sitio de obligada visita para fortalecer nuestros procesos de formación.
Más de cincuenta años definen la vida y realidad de IEPALA; una larga trayectoria marcada por la historia de los países y colectivos a cuyo servicio se puso desde su surgimiento, allá por 1958.
A lo largo de este recorrido ha sido testigo de los sufrimientos y aspiraciones de muchos pueblos del Tercer Mundo –estima que han sido cincuenta y tres los países de América Latina, África y Asia a los que ha dado seguimiento y con los que mantiene vínculos y compromisos-; lugar de acogida de refugiados e inmigrantes; espacio de reflexión, análisis y discusión de intelectuales, especialistas e interesados en la investigación y tratamiento de los problemas globales; escuela de sensibilización y formación de conciencias de profesores y estudiantes; lugar de encuentro e intercambio de organizaciones y redes del Norte y del Sur impulsores del desarrollo y defensores de los derechos humanos y de los pueblos –estima en varios miles la red de contactos establecida.
Historia y Profecía
Memoria de 50 años de ministerio
Marroquín, Enrique
Edición del autor
México, D. F., abril 2014
Origen: Librería CEB
Una memoria que recoge, hace presentes y da sentido a varios recuerdos difusos y arcaicos. Un relato histórico de mis vivencias de medio siglo de a Iglesia en México.
Una reflexión social y teológica sobre estos hechos. Una constancia de lso conflictos de los que fui relator y protagonista. Un testimonio de la acción de Dio en favor de los pobres.
Un libro de espiritualidad que recopila mi itinerario de fe. Un acto de gratitud hacia el Espíritu,quien meha guiadoa través de mi búsquedas. Un legadoy testamento para quienes me releven. Un homenaje de amistad para quienes me ayudaron a modelar mi sacerdocio.